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Los 10 factores que marcan tendencia en el sector hotelero (II parte)

Foto: Upgraded Points

En la primera parte de este artículo sobre las tendencias en el sector hotelero, veíamos cómo el teletrabajo ha penetrado el tiempo de ocio hasta tal punto que muchos viajeros convierten su habitación en una oficina y para ello, el establecimiento debe adaptar sus espacios con suficientes tomas de corriente eléctrica, acceso a luz natural y conectividad WiFi de largo alcance. También analizábamos factores como el minimalismo que va mucho más allá de la decoración porque el turista espera experiencias auténticas, libres de ostentación, y por supuesto, la penetración de la tecnología en la captación y fidelización de clientes. Hoy seguimos con nuestro listado haciendo énfasis en cambios que deben implementarse desde la industria hotelera para adaptarse a los nuevos tiempos.

6. Separar activos y operaciones

Como expertos en consultoría hotelera, desde Arum Group sabemos que mejorar la eficiencia en el servicio y concentrarse en los clientes es una prioridad. Por eso, el sector hotelero dirige sus esfuerzos hacia un enfoque Asset-Light que consiste en separar la gestión operativa de los activos inmobiliarios. Así, las empresas hoteleras ya no acumulan terrenos en propiedad sino que firman un contrato con el propietario del suelo y comparten un porcentaje de las ganancias. Esto se traduce en una mayor facilidad de maniobra para centrarse en la competitividad del negocio.

7. Inteligencia artificial al servicio del cliente

Los chatbots ya no son ninguna novedad. Cada vez son más las empresas que aprovechan sus ventajas para responder preguntas frecuentes y agilizar procedimientos. En el caso de la hostelería son especialmente útiles porque el cliente espera una disponibilidad 24/7 y se conecta desde cualquier lugar del mundo. Un personal bien formado y comprometido con la marca es fundamental para desarrollar mejores estrategias que sepan atender las diversas casuísticas que puedan presentarse.

8. Estrategias verdes concretas

La sostenibilidad ha dejado de ser un discurso vacío para concretarse en medidas tangibles. Así lo reclaman las normativas internacionales y lo atestiguan los clientes que, en el caso de la industria hotelera, esperan mayor eficiencia energética y menor dependencia de los recursos no renovables. Otros pasos que deben seguirse en esta línea son la reducción de los desperdicios alimenticios, la preferencia por ingredientes de kilómetro cero, los procesos de economía circular y el uso de energías renovables para el autoconsumo.

9. La inmersión en cada rincón

Un elemento tecnológico de gran utilidad para la promoción hotelera es la realidad virtual. Cada vez hay más establecimientos que ofrecen visitas 3D a sus instalaciones y esto es un gancho muy atractivo para los clientes porque consiguen sentirse como si estuvieran ahí antes de hacer su compra. Lo ideal es que se pueda llegar a un público muy amplio con acceso a los vídeos desde cualquier dispositivo y sin necesidad de usar cascos de realidad virtual. Otra alternativa es hacer uso de la realidad aumentada. Así, mediante una aplicación, el usuario puede obtener información útil de cada espacio del hotel como, por ejemplo, acceder a los horarios del restaurante y hacer una reserva al momento o tener un mapa interactivo de todas las instalaciones.

10.  Calidad y precio, de la mano

Los consumidores siempre buscan una buena relación calidad-precio y frente a esa realidad, la industria tiene que ser competitiva, ofrecer servicios exclusivos por los que valga la pena pagar y tener una estrategia de precios dinámicos que se adapten a todo tipo de clientes a lo largo del año. En esta misma línea, enfocarse en nichos de mercado específicos puede ser una buena opción para competir con ideas novedosas que aporten exclusividad y personalización a la experiencia de cada huésped.

Como has podido comprobar, al sector hotelero se le exigen adaptaciones rápidas y efectivas a las nuevas demandas del mercado porque el consumidor ha cambiado su estilo de vida y no se conforma con una gestión hotelera que no esté a la altura de sus expectativas.