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El metaverso comienza a posicionarse como tendencia inmobiliaria

El anuncio de la creación de un metaverso capaz de permear la vida real se sitúa en el primer plano como tendencia inmobiliaria en un sector que ha visto de cerca la evolución de las nuevas tecnologías y las ha incorporado eficazmente a su actividad. Hasta hace relativamente poco, los posibles compradores de propiedades inmobiliarias se informaban a través de publicaciones especializadas, en las que una descripción y una orientación de precio eran suficientes para despertar su interés, para luego tomar decisiones basadas en planos y esquemas, sin análisis pormenorizado del suelo urbanizable, de los planes de urbanización de sus alrededores o de imágenes generadas por ordenador que les permitieran hacerse una idea precisa de lo que podían esperar de su inversión. Tan solo maquetas, visitas a la propiedad o a un piso piloto, podían dar una idea más clara sobre la distribución de espacios o de la calidad de los materiales y acabados que estaban previstos. El sector inmobiliario, sin embargo, ha seguido de cerca la evolución de las nuevas tecnologías y las ha incorporado con éxito para cambiar totalmente su forma de hacer negocios.

El anuncio de Meta (la empresa en la que se transformó recientemente Facebook) acerca de su intención de dedicar mayores esfuerzos a la creación de un gran metaverso desveló públicamente una ambición de las empresas tecnológicas que, sin duda, marcará un nuevo paradigma como tendencia inmobiliaria y revolucionará las bases del sector.

Elemento vital en las estrategias de marketing digital, Internet ha sido clave para este cambio radical. Actualmente, los clientes disponen de aplicaciones y software inmobiliario que les permite consultar planos en 3D, contactar con equipos comerciales antes y durante la construcción, realizar visitas virtuales a la obra desde cualquier lugar del mundo e incluso estar informados en tiempo real acerca de la evolución de la obra. Incluso, el futuro propietario de un activo inmobiliario puede cambiar la decoración a su gusto o los materiales que se utilizarán  en su futura vivienda o local de forma remota, sin necesidad de desplazarse para poder comprobar cómo quedará el resultado final.

El futuro metaverso promete ir más allá, pasando de una navegación en internet a la inmersión total de los usuarios en la red, permitiendo construir y mantener relaciones entre  personas y empresas íntegramente en el entorno digital. Un mundo virtual en el que no solo será posible hacer vida social, pasar el tiempo de ocio o realizar las tareas de nuestro entorno laboral sino que también prevé incorporar actividades como el turismo y por supuesto, los negocios. En este universo digital colectivo, personas de todo el mundo se moverán continuamente en diferentes escenarios y salas privadas o públicas para interactuar con sus círculos familiares y sociales, compañeros de trabajo, amigos y desconocidos, así como asistir a eventos y visitar sitios remotos en busca de nuevas experiencias. Una compleja infraestructura en la que Meta, una de las empresas que apuesta fuerte por esta revolución, quiere involucrar a tantos actores sociales, políticos y económicos como existen en el mundo real.

Inversión en propiedades virtuales

Las dimensiones y el gran alcance de lo que pretende Meta con este nuevo enfoque han llamado la atención mundial, pero el concepto metaverso no es nuevo y, de hecho, ya está siendo una innovación inmobiliaria que poco a poco se va incorporando a las nuevas maneras de generar negocio. Los Metaverse Assets son activos virtuales que se comercializan dentro de ciudades también virtuales. Empresas como Decentraland, Sandbox, Upland o Somnium Space reportan ventas de propiedades virtuales por millones de dólares, actualmente dedicadas a actividades lúdicas dentro de los metaversos que han generado. En estos entornos virtuales, desarrollados habitualmente con la utilización de bases de datos Blockchain, las transacciones económicas suelen ser realizadas utilizando criptomonedas. Durante la pandemia se ha visto cómo las ventas de terreno virtual se han multiplicado. Sandbox, uno de los juegos más populares basados en la tecnología Blockchain ha generado más de 1,5M de dólares gracias a la venta estas propiedades, comercializadas en el entorno virtual como NFT (non-fungible tokens). Según reportan diferentes medios especializados, los principales compradores no son usuarios del metaverso sino inversores o empresas que están acumulando estas propiedades para posteriormente poder rentabilizarlas mediante alquileres, reventas u otros usos. El precio de estas propiedades no es nada menospreciable: parcelas en Decentraland alcanzan precios más allá de los 250.000 dólares y hasta superan los 500.000 dólares en el caso de Somnium Space.

Tal como sucede en el mundo real, en cada metaverso se ponen a la venta un número limitado de propiedades y su rentabilidad depende de factores clásicos como su ubicación dentro de la ciudad virtual, sus dimensiones y atractivos particulares. Las ventas habitualmente se realizan por subasta y según se van finalizando los activos a la venta, los desarrolladores del metaverso generan nuevas ciudades o entornos construibles para proceder a su futura comercialización.

Negociación virtual de propiedades reales

Si bien la utilización actual de estos metaversos es muy limitada, y habitualmente se utilizan como espacios de juego o recreo en el que los usuarios pasan su tiempo libre, el número de estos usuarios crece constantemente.

La propuesta de Mark Zuckerberg de popularizar y ampliar el concepto metaverso utilizando la gran base de usuarios de sus redes sociales, Facebook, Instagram o Whatsapp, resulta muy atractivo para nuestro sector, no solamente por la futura venta de estos activos digitales en el futuro, sino también por su potencial uso como una innovadora herramienta para la comercialización de activos inmobiliarios reales que sin duda contribuirá en la aceleración de la transformación digital de toda la industria inmobiliaria.

El metaverso no solamente abrirá nuevos canales de comunicación directa con potenciales clientes en todo el mundo, sino que generará nuevos marketplaces virtuales y permitirá la realización de transacciones inmobiliarias reales y virtuales mediante la utilización de criptomonedas y Smart Contracts. Hablamos de programar visitas virtuales a terrenos y propiedades reales, ofrecer Smart Contracts a inversores que no buscan viviendas para su uso personal sino para rentabilizarlas, de servicios de consultoría sobre estas propias inversiones… Además, la gestión de compras de parcelas en el mundo real va a integrarse en el metaverso, el proceso de diseño de edificios y equipamientos, el seguimiento de las obras de construcción, el mantenimiento de los activos inmobiliarios… toda la cadena de valor del sector inmobiliario será potencialmente afectada por la implementación del metaverso, no solamente por parte de las grandes empresas tecnológicas a nivel mundial, sino especialmente por su implantación en las sociedades en las que vivimos, cada vez más acostumbradas a las relaciones digitales, a los productos digitales, el teletrabajo, las compras online… el metaverso no es más que una nueva versión de lo que actualmente conocemos como Internet. Y si la versión actual nos ha cambiado la vida, la próxima tiene todos los visos de volver a hacerlo. Aquellas compañías que sean capaces de realizar esta transformación digital podrán tener éxito en el nuevo mundo que está llegando.

La digitalización de la industria bancaria, por otra parte, también es imparable y en ese futuro veremos cómo lo que actualmente conocemos como hipoteca, probablemente quede como un concepto vintage. Análisis de riesgos crediticios, avales, fianzas, registros… la tecnología Blockchain sobre la que se está construyendo este metaverso tiene potencial para cambiarlo todo.

En Arum Group seguimos atentamente esta tendencia mercado inmobiliario para dar respuesta a las inquietudes de constructores, promotores y compradores. Sabemos que todavía queda un largo camino por recorrer hasta llegar a vivir en esta nueva versión de Internet y habrá que resolver muchos asuntos relacionados con fases del negocio que todavía requieren un apretón de manos físico para cerrar la compraventa como la formalización de escrituras. Sin embargo, la virtualidad integral no es una ilusión. Desde marzo de 2020, 34 estados de los Estados Unidos han aprobado que los notarios hagan uso de videollamadas como recurso legal oficial y que además puedan validar documentos mediante firma digital en un procedimiento conocido como Remote Online Notarization. Un hecho que puede marcar un nuevo punto de partida para esta tendencia inmobiliaria en continua actualización.