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Cómo elaborar un master plan para resorts del siglo XXI

Atrás quedaron los tiempos en los que un resort operaba únicamente como centro vacacional. En pleno siglo XXI, el master plan para este producto es uno de los más complejos de la industria inmobiliaria por todos los elementos que deben considerarse. De uso residencial, deportivo, comercial y turístico durante todo el año, el resort moderno debe contar con instalaciones de primer nivel que permitan pasar largas temporadas en condiciones excepcionales de comodidad y seguridad. Arquitectura, servicios e infraestructuras diseñados para el descanso sin descuidar todos los elementos que se esperan de una segunda residencia o de una experiencia hotelera extraordinaria. Porque somos expertos en la conceptualización y desarrollo de este tipo de complejos, en Arum Group queremos compartir con vosotros las claves de un plan inmobiliario sin fisuras que garantice inversiones exitosas.

Antes de emprender la planificación de este proyecto inmobiliario es fundamental elegir una ubicación perfecta. Un sitio de fácil acceso, rodeado de naturaleza, con excelentes condiciones climáticas y ambientales que permitan desarrollar diferentes tipos de actividades. En este paso es importante evaluar la disposición de las autoridades locales y de la comunidad para acoger un proyecto de tal envergadura, porque el resort no solo contribuye al impulso económico de la región sino que debe ser bien visto por su aporte al desarrollo sostenible del entorno.  

Master plan en marcha

Como buen documento de planificación, el master plan para un resort permite visualizar íntegramente el aspecto inmobiliario y el desarrollo del complejo turístico en su conjunto. Si está bien formulado, facilita la conexión entre los edificios, el entorno socioambiental y los alrededores. Además, incluye análisis, recomendaciones y propuestas para la población y la economía en general con ideas para la creación de comunidades residenciales, desarrollo de infraestructuras para el transporte y creación de instalaciones comunitarias.

Gracias al master plan se pueden calendarizar las distintas fases de construcción y establecer prioridades. Se le da forma al entorno en esquemas tridimensionales, se definen espacios públicos, semiprivados y privados; se determina la mejor combinación de usos del suelo y se involucra a la comunidad local. Por supuesto, un buen documento será el marco conceptual que atraerá la inversión en diferentes etapas del proyecto.

Plan de negocio sin sorpresas

Todo master plan debe culminar en un plan de negocio que analice de forma pormenorizada e individual cada unidad integrada al resort. Porque no es lo mismo la venta directa de propiedades que el desarrollo de un campo de golf, es importante distinguir las fuentes de ingresos y los márgenes para cada área del resort. Todas las posibles formas de financiación (créditos, inversores privados, acciones, aseguradoras, etc) se incluyen en este plan que, además, quedará abierto para dar a conocer los estados financieros en todo el proceso.

Construcción por fases

En la etapa de construcción siempre se debe dar prioridad a las instalaciones principales y a partir de ahí incorporar el resto de infraestructuras a medida que el complejo va creciendo. Si se establece que un servicio no es rentable, debe quedar claro que otro(s) activo(s) asume(n) ese coste sin comprometer los beneficios del proyecto en general.

Viviendas para diferentes clientes

En un resort moderno el desarrollo residencial debe construirse de manera simultánea con las infraestructuras, procurando que las primeras viviendas se completen al mismo tiempo que las instalaciones principales como el campo de golf, el hotel o el gimnasio. Al diseñar el producto inmobiliario residencial es conveniente desarrollar estrategias multiproducto, es decir, viviendas unifamiliares de diferentes tamaños, parcelas para la construcción de villas personalizadas, chalets, casas adosadas y apartamentos de diferentes tamaños y tipologías. De este modo se atraen diversos tipos de clientes, pero se establecen muy bien los límites entre las propiedades que pueden ser susceptibles de alquiler a terceros y las que son de uso privativo del propietario. Así se conserva el concepto general del resort sin perder la perspectiva de que se trata de un producto exclusivo con unas reglas claras.

Gestión hotelera de primer nivel

Columna vertebral de un complejo turístico el hotel es una seña de identidad para el concepto global del resort porque define su personalidad y enfoque. En este sentido es muy importante definir bien sus características y elegir el operador más adecuado según las expectativas del proyecto. Si el hotel no está bien estructurado será muy difícil vender propiedades en las comunidades residenciales. De hecho, el plan de marketing puede partir del concepto hotelero y considerar que el gestor hotelero ofrezca servicios a los residentes. Una combinación ideal cuando hablamos de branded residences y su importancia en la consolidación de las viviendas como segundas residencias.

Estrategia continua de ventas

Finalmente, pero no menos importante, la estrategia de marketing para resorts del siglo XXI va mucho más allá de la venta directa porque consiste en un proceso continuo de posicionamiento de marca en diferentes plataformas e idiomas. Una continua búsqueda de mercados a través de modernas técnicas de marketing digital, pero también con enfoques tradicionales como el cross-selling en el que, por ejemplo, se anime a los huéspedes del hotel a comprar una propiedad en el resort.

El paso a paso para la ejecución de un master plan para un resort no es un esquema lineal sino circular que se va completando por fases, procurando que los ingresos permitan avanzar a un ritmo eficaz. Desde Arum Group no solo asesoramos el proceso completo sino que gestionamos directamente la ejecución de cada plan para que inversores y compradores se sientan bien respaldados en cada etapa.