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Cinco tendencias en la industria hotelera tras la crisis del COVID

Nuestro paso por el International Hospitality Investment Forum (IHIF) 2022 fue una gran oportunidad para entender los cambios en la industria hotelera mundial después del revolcón que supuso la COVID-19. Para nadie es un secreto que la pandemia ha marcado la principal crisis del sector en lo que va del siglo XXI pero la buena noticia es que contábamos con infraestructuras y servicios lo suficientemente sólidos como para salir victoriosos en muy poco tiempo.

La temporada vacacional 2022 está registrando récords de ocupación y esto se refleja en el optimismo generalizado de los asistentes al IHIF, uno de los eventos más importantes del mundo de la hostelería en el que se mide la temperatura de los próximos años. Con 2400 delegados de más de 80 países, el encuentro ha servido para consolidar el interés por el concepto hotel Branded Residences en Europa como una forma efectiva de combinar la explotación turística con unidades habitacionales. Sin embargo, la inflación económica derivada del conflicto entre Rusia y Ucrania es una de las preocupaciones latentes y no solo por la subida de los tipos de interés, sino por el posible estancamiento de proyectos inmobiliarios en marcha.

Con estos desafíos sobre la mesa, los integrantes de la Junta Asesora de IHIF han hecho un análisis de la situación y definido las cinco tendencias que darán forma al sector del desarrollo hotelero. ¿Preparados para el futuro?

1. Hay dinero para invertir

Los inversores cuentan con dinero en efectivo pero aún no lo han desplegado. En el sector hotelero en particular persisten desacuerdos sobre los precios con los vendedores porque estos se encuentran en una posición ventajosa gracias al apoyo económico de algunos gobiernos. Probablemente a lo largo del año y en 2023 esta situación cambiará porque los acreedores tenderán a ser más agresivos.

2. Facilidades para los préstamos

Cuando comenzó la pandemia, los prestamistas tradicionales adoptaron una visión crítica del sector de la hostelería lo que dificultó el desembolso de créditos a tasas de interés aceptables. Con más optimismo en el mercado, los inversores que buscan aumentar deuda, deberían encontrar el panorama un poco más fácil al finalizar 2022.

3. El empeño por reducir costes ha terminado

Después de varios años de reducción de costes para ganar en eficiencia, los propietarios y operadores hoteleros recurren a los gastos de capital para agregar valor. Esto podría verse reflejado en una actualización física de las instalaciones para ofrecer nuevos y mejores servicios o en un reposicionamiento de marca dentro del mercado.

4. La inflación continuará creciendo

Sin duda alguna, una de las principales preocupaciones para los profesionales del sector es la inflación creciente que eleva el coste de las materias primas y de la mano de obra. Incluso antes de la pandemia, la industria hotelera estaba teniendo dificultades para mantener y retener al personal cualificado y esto seguirá siendo un desafío clave.

5. Cambios en los hábitos de los consumidores

La pandemia ha dejado a muchos occidentales de clase media con más dinero disponible para gastar en lujos como viajar y, al mismo tiempo, el confinamiento consiguió aumentar el deseo de pasar vacaciones en el extranjero. Esto permite a propietarios y operadores hoteleros reposicionar sus propiedades porque los consumidores estan preparados para gastar más.

¿Dónde están los viajeros corporativos?

En este escenario el sector de los resorts resurge de las profundidades de la pandemia con ánimo renovado y la esperanza puesta en el concepto Branded Residences, pero los datos del sector afirman que todavía falta una parte vital del negocio: los viajeros corporativos.

Según un informe de la empresa de datos y análisis hoteleros STR, la ocupación hotelera de Estados Unidos volvió a los niveles previos a la pandemia con una tasa de ocupación del 69,6% en julio de 2021, la más alta desde agosto de 2019. Las ganancias han sido impulsadas, en gran medida, por los turistas en viajes de ocio. Los viajes de negocios siguen estando casi totalmente ausentes, una tendencia que tiene a los expertos preocupados. En este sentido, un estudio de la U.S. Travel Association prevé que el gasto en viajes de negocios no alcanzará los niveles anteriores a la pandemia hasta 2024. Así que con estas perspectivas, los resorts europeos centran su atención en el reposicionamiento como espacios tranquilos, seguros y naturales, ideales para pasar largas temporadas del año porque son compatibles con el teletrabajo y las reuniones de negocio en ambientes distendidos. Porque la industria hotelera se reinventa al ritmo de la economía y los hábitos de los clientes, la gestión hotelera da respuestas firmes a los inversores y se prepara para asumir los retos de los próximos años.