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El turismo experiencial y el turismo senior establecen sus propias sinergias

El turismo experiencial y el turismo senior, cada uno con su propio carácter, están convergiendo para convertirse en dos grandes motores económicos en España y, ¿lo más curioso? Empiezan a tener mucho en común. Si la evolución del sector turístico en nuestro país pasa necesariamente por una transformación atractivo y por una buena infraestructura hotelera, las nuevas demandas empiezan a exigir un cambio de paradigma requiere esfuerzo y compromiso por parte de la industria. En este contexto, la especialización es clave y resulta algo en común en ambos casos. Y es que, aunque parecieran segmentos distintos, en el caso del turismo entre personas maduras y el que busca experiencias genuinas ambos comparten una visión común: el deseo de vivir con mayor conciencia, profundidad y bienestar. 

Turismo experiencial: el valor de lo auténtico

El turismo experiencial nace del cambio en las motivaciones del viajero. Ya no se trata solo de visitar un lugar, sino de vivirlo intensamente. El diseño del espacio, el entorno paisajístico, las actividades personalizadas y el contacto con la cultura local cobran un papel esencial. Entornos integrados en la naturaleza, propuestas culinarias basadas en productos autóctonos, rutas interpretativas o talleres de artesanía son solo algunos ejemplos de cómo enriquecer la experiencia. 

En base en una encuesta realizada a más de 8.000 clientes de la cadena Eurostars Hotel Company, reveló que más de la mitad de los viajeros (51,5%) busca autenticidad y desconexión del estrés cotidiano a través de experiencias culturales inmersivas. El turismo de bienestar también mantiene su relevancia, con un 40.5% de los encuestados optando por destinos que promuevan el autocuidado y la relajación. En los desarrollos turísticos de nueva generación, el paisajismo, la arquitectura sostenible y la conexión con el entorno cultural se entienden como herramientas fundamentales para generar vivencias memorables. La experiencia del usuario ya no comienza al llegar al destino, sino desde el momento en que elige una propuesta coherente con sus valores.

Turismo senior de lujo 

Según el último estudio de Tui Musement basado en las valoraciones sobre las experiencias realizadas en 2023 y 2024, los viajeros mayores de 65 años tienen en su lista de destinos preferidos en Europa a seis españoles: La Palma, Menorca, Lanzarote, Tenerife, Barcelona y la Costa del Sol. El turismo senior, vinculado a personas mayores de 55 años con alto poder adquisitivo y disponibilidad de tiempo, representa una de las grandes oportunidades para el sector turístico europeo. Este grupo prioriza la calidad, el confort y la seguridad, pero también busca experiencias saludables, culturales y emocionales que se adapten a su ritmo de vida.

La demanda de estancias más largas, en entornos amables con servicios personalizados y opciones de bienestar —como spa, golf, rutas suaves o gastronomía consciente— está en auge. Además, la creciente sensibilización hacia la sostenibilidad y la vida activa convierte al turista senior en un perfil especialmente receptivo a desarrollos turísticos integrales, que combinen residencias, servicios médicos, comunidad y entorno natural de calidad.

Ambas tendencias suponen que se han de construir destinos que no solo atraigan visitantes, sino que generen vínculos emocionales con el entorno.

En esta sinergia, el diseño del espacio cobra especial importancia: centros de wellness, propuestas gastronómicas locales, instalaciones deportivas y actividades culturales permiten ofrecer experiencias inmersivas y estimulantes para todo tipo de públicos. Los proyectos turísticos que apuestan por esta integración tienden a generar comunidades activas, intergeneracionales, sostenibles y con alto valor residencial, tanto para estancias temporales como permanentes.