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Diseño de campos de golf: cinco tendencias

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El diseño de campos de golf es una disciplina en constante evolución. Por ello es de vital importancia mantenerse al tanto de las últimas tendencias. Si bien las tendencias siempre tienen algo de genéricas, saber qué elementos se están incorporando en los nuevos greens permite evaluar cambios en el sector y conocer las últimas demandas de los golfistas. Para tener una instantánea precisa del momento, hablamos con el experto Jeremy Slessor, director gerente de European Golf Design (EGD). Join venture entre la European Tour e IMG, su empresa es experta en el diseño de campos de golf de gran prestigio en todo el mundo. Más de 25 años al frente de EGD le han brindado una visión única sobre cuáles son los requisitos técnicos y financieros necesarios para desarrollo y diseño de campos de golf, así como la capacidad de saber cuál es la mejor manera de aprovechar las fortalezas y potencialidades de cada escenario.

Un recorrido por algunos de sus proyectos recientes o en ejecución nos muestra cinco tendencias en el sector y nos permite analizar cómo se están redefiniendo los conceptos dentro de la industria:

Sostenibilidad

Durante años, el uso de la palabra “sostenibilidad” era común en diferentes industrias. En el caso del golf, se relacionaba exclusivamente con la sostenibilidad económica o ambiental, dependiendo del enfoque del campo en particular. Ahora en 2020, se han detectado cuatro pilares interrelacionados que garantizan la sostenibilidad como un concepto mucho más amplio: económico, ambiental, social y cultural. Cada uno de ellos tiene relevancia en cada proyecto y no pueden descuidarse porque si uno no funciona, los demás se descompensan.

A nivel ambiental, cada campo de golf y los elementos que lo componen debe tener un impacto positivo en términos de protección del paisaje, creación de hábitats y aumento de la diversidad de flora y fauna. Aquí la sostenibilidad implica que los recursos naturales deben utilizarse de la manera más eficiente posible y los no naturales deben usarse al mínimo. Desde el punto de vista social, los responsables del diseño de campos de golf deben considerar el impacto que tendrá su proyecto para la generación de empleo local y regional. Igualmente, deben calcular la repercusión del pago de impuestos en el desarrollo de la zona y, para ello, es interesante hacerse algunas preguntas: ¿Cómo puede contribuir el campo de golf al aumento de la generación de ingresos y del empleo más allá del proyecto en sí mismo? Finalmente, desde el punto de vista cultural, ¿cuáles serán los aportes a las costumbres y al patrimonio local? Si estas cuestiones y otras se pueden responder de manera positiva y, por supuesto, si la inversión es capaz de sostenerse, entonces todo indica que estamos ante el planteamiento de un proyecto exitoso.

Formación

Un número creciente de proyectos de campos de golf están dedicando parte de sus instalaciones a la formación. Las academias, las áreas de juego corto y los cursos intensivos son cada vez más frecuentes. Esto es evidente en destinos turísticos que cuentan con el aliciente de contar con viviendas en campos de golf en los que una persona que nunca ha jugado este deporte pero ha comprado una propiedad, de repente tiene la gran oportunidad de practicar en la puerta de casa.  

En general siempre se ha dicho del golf que no es fácil para los principiantes o para cualquiera que no haya conocido desde pequeño las tradiciones del juego. Esto está cambiando a medida que más y más empresas de golf se dan cuenta de que es muy importante cultivar el mercado local, sobre todo en países donde este deporte es relativamente nuevo o donde tradicionalmente se le ha dado prioridad con fines turísticos o como reclamo de empresarios extranjeros.

La mejor manera de promover el deporte es contar con instalaciones adecuadas donde las personas puedan aprender a jugar con comodidad y seguridad. Con una administración adecuada, una escuela de golf puede ser una potente fuente de ingresos. Así mismo, los campos de golf que complementan recorridos cortos con otros completos pueden ofrecer opciones que requieren menos tiempo y resultan más atractivas para los jugadores amateurs, sin descuidar altos niveles de calidad para la práctica experta.

Flexibilidad

Las fórmulas tradicionales de membresía están cambiando al mismo ritmo que lo hace el concepto de plan de negocio para un club de golf. Actualmente se está reduciendo el número de categorías para las membresías y el modelo tradicional de 7 jornadas está cambiando hacia paquetes de 5 días.

Muchos de los servicios ofrecidos en los campos de golf están pasando de la formula tradicional de membresía a la fórmula de puntos. Esto significa que, siguiendo el ejemplo de las industrias de aerolíneas y hoteles, se ofrecen diversidad de tarifas (“puntos”) para diferentes días o, incluso, diferentes horarios dentro de un mismo día. Por ejemplo, un tee time un sábado por la mañana costaría más puntos que un martes por la tarde.

Cada vez más popular, este sistema permite a los deportistas adaptar su nivel de pertenencia al club de golf a su situación particular. Esta flexibilidad y creatividad está abriendo oportunidades económicas no solo para los usuarios -que ahora exigen un mayor grado de personalización en todo lo que hacen-, sino también para los administradores de los campos de golf. Además, al permitir que los golfistas establezcan sus propios horarios y su propia frecuencia de juego se obtienen gran cantidad de datos interesantes y prácticos para optimizar el uso de las instalaciones y ofrecer nuevas ventajas.

Familias

El golf ya no es un deporte eminentemente masculino. Aún queda mucho por hacer para lograr un verdadera equidad de género pero en muchos países de Europa, especialmente en Escandinavia, este objetivo se está alcanzando.

De forma exponencial, las mujeres y los niños encuentran cada vez más interesante este deporte que hace unos años. Esta tendencia puede y debe seguir aumentando como factor de sostenibilidad, tanto social como económico. Lógicamente, cuanto más amplia sea la audiencia, mejor será para el campo de golf que se pretenda desarrollar. Además, la participación de los niños crea un vínculo con el juego desde una edad temprana y brinda oportunidades para la expansión de escuelas de golf y programas intensivos de vacaciones.

Por supuesto, la evolución actual de la sociedad influye en el hecho de que la idea de un día de golf en familia sea muy atractiva y asequible. El golf ha dejado de ser una actividad reservada para un miembro de la familia. Hoy por hoy cada integrante del hogar puede tener su propio espacio para relajarse durante una ronda… ¡O disfrutar del mismo juego todos juntos!

Nuevas reglas

Las reglas han cambiado. En los destinos turísticos vemos que las normas de etiqueta, especialmente las relacionadas con códigos de vestimenta, se han flexibilizado. Si quieres jugar al golf en pantalón corto y sandalias, ¿por qué no? Si quieres salir de la playa e ir directamente al campo, ¿por qué deberías cambiarte de ropa para hacerlo?

Estas son solo algunas de las grandes preguntas que sobrevuelan. Por supuesto, cada campo de golf o cada golf resort debe encontrar su propio camino para adaptarse a sus jugadores y cumplir con sus expectativas. Pero el hecho de que muchos destinos se planteen estas cuestiones indica que la industria está evolucionando con los tiempos y que el diseño de campos de golf no es un tema estático sino, muy por el contrario, un dinámico y fascinante universo que siempre ofrece nuevas posibilidades.